Śmigus-dyngus es la jornada de celebración que sigue a la Pascua en Polonia. Común a otros países de tradición eslava católica como Eslovaquia, República Checa o la parte occidental de Ucrania, en ella chicos y chicas se empapan con cubos de agua para festejar el final de la Semana Santa.
Las raíces del Śmigus-dyngus son, casi con total certeza, precristianas. Se cree que originalmente era la celebración del Equinoccio de Marzo, en la que una figura hecha de paja se empapaba con agua para garantizar que los campos fuesen fértiles y productivos. Con la cristianización del país a partir del siglo X, la fiesta se cristianizó, trasladándose al lunes después de Pascua. No hay que olvidar que la Semana Santa en Polonia suele marcar la transición del largo y duro invierno a la fértil primavera. El primer registro del festejo data del siglo XIV. Aunque hoy es una tradición muy popular, en 1410 el obispo de Posnania intentó prohibir lo que se creía que era una molesta costumbre.
Tradicionalmente, los muchachos lanzan cubos de agua a las chicas y luego las golpean -levemente, claro- con varas de sauce capruno, y viceversa. Las varas que se usan para fustigar son las mismas que se bendijeron en el Domingo de Ramos. Como en Polonia no crece la palma, desde la Edad Media se utilizó esa variedad de sauce como sustitutivo. También suelen recitarse versos burlescos e ingeniosos y, dependiendo de la región, la gente puede ir disfrazada de oso. Antiguamente, las chicas podían escapar de ser empapadas si antes daban pisanki (huevos pintados) a los chicos, ya que se consideraba que daban buena fortuna y fertilidad.
En ocasiones, el Śmigus-dyngus se puede hacer puerta a puerta, y no faltan los testimonios de muchachos osados que entran en los domicilios de las chicas para mojarlas en la cama. Originalmente, las muchachas se vengaban al día siguiente de los chicos, pero hoy en día se hace en la misma jornada.